jueves, 19 de enero de 2012

FRANCISCO NIXON EN LA CIUDAD DE CRISTAL (I)

Si se calla el cantor, calla la vida, porque la vida, la vida misma es todo un canto.
Si se calla el cantor, mueren de espanto la esperanza, la luz y la alegría.
(HORACIO GUARANÍ)



Hoy tenemos el placer de hablar con mi paisano Francisco Fernández Martínez (Nixon). Junto con Tito Valdés (bajo) y Roberto Nicieza (batería), fundó a principios de los 90 Australian Blonde, una de las bandas punteras de la entonces floreciente escena indie nacional. Fue una época fascinante e intensa como pocas: de repente, oleadas de jóvenes por todo el país se colgaron las guitarras al hombro, y se pusieron (con el inglés, como lengua oficial) a hacer lo que les apetecía, lo que les pedía realmente el cuerpo: crecer con la música como bandera, y homenajear de paso a sus ídolos del lado anglosajón, intentando sonar como ellos. Si vas a tener un grupo, pásatelo bien y sin complejos: si algún día hablan de ti, mejor, y si no, pues valió la pena de todas formas. No te obsesiones con eso de vender discos, que no tiene mucho que ver con la calidad al fin y al cabo, sino con lo que decidan los señores empresarios de las discográficas, con sus ideas preconcebidas de lo que ha ser empaquetado, vendido y promocionado. Gijón tuvo el honor de ser uno de los epicentros de todo aquel maremagnum musical en el que brillaba con luz propia la Rubia Australiana. Veinte años después (tenía razón el viejo tango: ‘veinte años no es nada’), y después de haber formado parte de otros proyectos como Costa Brava, Fran Nixon, ya en solitario sigue al pie del cañón, dedicándose a eso que tan bien se le da: componer buenas canciones, que es lo mismo que fabricar sueños (para que la vida se nos haga más llevadera).

Esta es la primera parte de la entrevista, dedicada a su etapa en Australian Blonde. En una próxima entrega conoceremos la realidad más reciente y actual de este infatigable músico, pero hoy nos vamos a dar una vuelta por el pasado, por aquellos maravillosos años.


 
Bienvenido a mi humilde blog Fran y mil gracias por tu tiempo. Pude ser testigo directo de tus primeros pasos en esto de la música, incluso de tu etapa pre Australian Blonde. Más de veinte años después, sigues en activo, pariendo canciones y grabando. ¿hasta que el cuerpo aguante?

Lo de haberme dedicado a la música ha sido más arrastrado por la fuerza de las circunstancias que por una decisión consciente. Muchas veces me pregunto cuánto tiempo seguiré, me gustaría hacer otras cosas. A veces me veo muy mayor para seguir yendo de gira y tocando según qué canciones. No sé, supongo que seguiré en la música mientras tenga algo que decir y haya un mínimo de interés por parte de la gente.

¿Cómo se trabaja un texto en inglés cuando no es tu lengua materna? ¿Hasta qué punto os preocupaba a los Australian Blonde que la letra quedara bien armada? Recuerdo una entrevista a Xuan Holiday Fleet, en la que afirmaba que para él la letra no tenía prácticamente ninguna importancia…

Al principio la letra era un mero soporte para la melodía, las letras estaban escritas en un inglés muy perronero, más que nada buscando imitar el sonido de las bandas que nos gustaban. Con el tiempo intentas que todo esté un poco más trabajado, y te das cuenta que todo tiene importancia, desde las letras las canciones hasta el tipo de letra del libreto del disco.

Te confieso que si tuviera que elegir mis 20 favoritas de Australian, Chup Chup no estaría en la lista. Pero fue vuestro gran hit, y le debéis bastante a ese tema. ¿Nació con vocación de single, de canción bandera?

Fue una de las primeras canciones que hice, después de un concierto de Los Sangrientos, con la única pretensión de conseguir un estribillo pegadizo. No es una canción que me guste especialmente, pero no puedo renegar de ella, porque es la responsable de que luego haya podido escribir otras canciones que me gustan más. No tengo ningún problema en tocarla en directo las veces que haga falta. Todo forma parte de un proceso de aprendizaje. Para llegar a escribir buenas canciones primero hay que escribir las malas.


Antes de que Paco Loco se uniera a la banda, ya era toda una referencia, ¿verdad? Supongo que Los Locos y Los Sangrientos están en tu cabeza cuando surgen las primeras canciones…

Sí, yo empecé de pipa (técnico de escenario) con los Locos, y ya era fan, y me han influido muchísimo. Luego conocí a Los Sangrientos, que son la principal influencia de Australian Blonde. Sin esos dos grupos yo no me hubiera dedicado a la música.

Parece que la etiqueta ‘Xixón Sound’ no es del gusto de los componentes de las bandas de entonces. Aún así, funciona, si lo entiendes como ‘determinada movida musical que surgió en Gijón a mediados de los 90’, sin más pretensiones...

Yo creo que es una etiqueta que, al margen de lo signifique, tiene su pequeña historia, y no tiene mucho sentido seguir dándole vueltas al asunto. Forma parte de la memoria sentimental de algunos de nosostros, y cada uno sabrá lo que significa para él. Para mí, ante todo, representa una época donde unos cuantos pensábamos (ingenuamente) que podíamos marcar alguna diferencia, que podíamos crear un espacio musical al margen de los grandes medios de comunicación. Sólo haberlo intentado creo que fue valioso.

¿Todavía guardas aquella camiseta de ‘Córtate el pelo, cambia de vida’? ¿Cómo carajo surgió aquél eslogan?

La idea de la camiseta creo recordar que se gestó una noche en el bar La Plaza. Se trataba de ofrecer una imagen de “escena” cara a los medios, a imitación de lo que estaba pasando en Seattle (así como te lo cuento). Los impulsores fueron Luis Mayo (Screaming Pijas), Roberto Nicieza (Australian Blonde) y Javier Rodríguez (Kactus Jack). La idea incial creo que fue de Luis Mayo. Javier Rodríguez se encargó del lema y de la camiseta (el lema es una frase de un preso cuando fueron a tocar a la cárcel). Roberto Nicieza montó un festival de dos días en La Coría (un descampado en las afueras de Gijón). Se apuntaron unos diez o doce grupos, y bueno, la cosa funcionó.

Aftershave me entusiamó. Creo que contiene una buena colección de posibles singles: profesionalización y madurez a tope. ¿No te parece superior a Pizza Pop?

Hace mucho que no escucho esos discos. Yo creo que el Pizza Pop tiene más frescura (odio la palabra pero no se me ocurre otra), se nota que las canciones estaban rodadas en directo. Aftershave se hizo a toda prisa intentando rentabilizar el éxito del primer disco, y con mucha presión. Pero muchos fans del grupo me dicen que es su disco favorito. No sé, supongo que es el disco (nuestro) más representativo de esa época del primer indie español, con las guitarras distorsionadas, el inglés, etc.




A parte de Chup Chup, qué otras canciones de Australian Blonde cuajaron mejor entre el público. O sea, esas que en el directo haces un silencio para que cante la peña.

Jaja, no suelo usar trucos escénicos. Pero las más conocidas son “Cosmic”, “Chance”, “I want you”  y alguna más.. Tampoco tenemos tantas canciones conocidas, no sé.

¿Pesa mucho la ‘obligación’ de tener que componer continuamente un  súper hit?

Sí, bastante, pero al final por culpa del propio grupo más que otra cosa. Te exiges volver a repetir lo que has hecho, cuando lo inteligente sería hacer lo contrario. Pero el éxito tiene su propia inercia, y es difícil cambiar cuando todo va bien. Cuando una idea se instala en la cabeza de las personas, es imposible cambiarla, lo que tienes que hacer es cambiar tú. Por mucho que intentáramos demostrar que el grupo era más que el Chup Chup, para la gente Australian Blonde siempre será el Chup Chup. Por mucho dinero que se gaste Pepsi en publicidad, siempre estará por detrás de Coca Cola. Eso es así.

El álbum homónimo ‘Australian Blonde’, ya con BMG, arranca de forma espectacular: Sousa,  I like you (uno de los mejores temas de la banda), Chance… Sin embargo, hay momentos en los que creo que el disco ‘no respira bien’. Si pudieras reeditarlo, ¿lo dejarías tal como está?

Es un disco muy largo, y por eso se hace pesado. Tal vez deberíamos haber descartado algunas canciones, pero creo que es el mejor disco del grupo, después del último. Lo que pasa que era un disco de multinacional y la gente ya estaba un poco cansada de nosotros.



Por cierto que tanto Australian Blonde, como Extra, vuestros dos álbumes con la multinacional, (mera curiosidad) son los únicos discos del grupo que no se pueden escuchar en Spotify…

Supongo que es debido a que no se han molestado en subirlos. Yo creo que la actual dirección ni siquiera sabe que alguna vez han sacado esos discos.

Siempre tuve mucha curiosidad por conocer los detalles, la trastienda, el ‘making of’ de Momento. Cómo aparece Steve Wynn, cómo se coció ese disco…

Ese disco fue un empeño de Paco Loco, que era muy fan de Steve desde la época de Dream Syndicate. Se concocieron gracias a Roberto Nicieza y John Agnello, y partir de ahí empezaron a intercambiarse canciones a través de internet. Hicimos una gira que recuerdo con mucho cariño.

Cambio de discográfica: ASTRO DISCOS, y ¿feliz reencuentro con vuestro ex batería, Roberto, ahora cómo responsable del sello?

Sí, Roberto se portó muy bien con nosotros en un momento en el que nos habían echado de RCA y no teníamos sello. Sobre todo teniendo en cuenta que en su día habíamos tenido una discusión que acabó con su marcha del grupo.

Cuando escuché Suddenly, no tuve dudas de que sería la ‘sucesora natural’ de Chup Chup. Por justicia, esa canción, (muy, muy adictiva), se merecía sonar en todas las emisoras de radio con un mínimo de buen gusto (a parte de Radio 3, claro)….

Bueno, eso de merecer o no merecer no existe, tampoco pienso que el Chup Chup haya merecido sonar como sonó, y ahí está. Como ya te he dicho, el grupo estaba quemado y despertábamos muy poco interés. Lo entiendo perfectamente.



Si el mundo fuera como a mí me gustaría que fuera, Momento habría vendido unos cientos de miles de copias. Oye, por qué Bunbury tiene que ser tan mainstream, y Australian Blonde tan indie, que cosas…

Lo indie y lo mainsteam son conceptos que no me gustan manejar, prefiero hablar de grupos grandes y grupos pequeños. A Bunbury le tengo mucho respeto, es un artista internacional que ha hecho sus canciones y ha vendido un montón de discos, no sé qué se le puede reprochar. Yo, a pesar de llevar en esto tantos años, nunca he dejado de ser un artista amateur. No tiene sentido compararnos. Es decir, creo que no tiene sentido intentar explicar el éxito (en general) desde posiciones subjetivas (los propios gustos). Desde esos planteamientos, el éxito no tiene explicación. Se pueden intentar ciertas explicaciones sociológicas, que sinceramente, yo me veo incapaz de hacer.

Y lo que viene a continuación (In it for the Money / Lay it on the line / Canciones de amor y gratitud) es sencillamente LO MEJOR. Da la sensación de que el proyecto se termina (si es que lo consideras terminado) cuando la banda atraviesa su mejor momento, musicalmente hablando…

No sé si son los mejores discos, lo que sí intentábamos era evolucionar. Si lo conseguimos o no, es otra cuestión. Bueno, ahí están para el que los quiera escuchar.

Una de las novedades de Lay it on the line (mi favorito)  es escuchar a Tito como voz solista en unos cuantos temas. El contraste de vuestras dos voces es uno de los puntos fuertes del álbum, ¿no crees?

Tito siempre ha tenido un gran talento, una pena que no haya querido cultivarlo más. Hubiera podido haber hecho grandes aportaciones al grupo.



Siempre eché de menos algún bootleg de la banda, un directo, un DVD, ese tipo de material que tanto nos gusta a los fans…

Bueno, siempre me ha dado mucha vergüenza sacar material descartado. Creo que cuando las cosas se descartan es por algo, y mejor que se queden así. En cuanto al material audiovisual, soy de los que piensa que para sacar algo de baja calidad, mejor no sacar nada. Y normalmente no hay dinero o creatividad para poder hacer cosas decentes. Por lo menos, en mi entorno, no lo conozco.

¿Cómo se decide el orden del listado de canciones que van a aparecer en el disco’ ¿Es cosa vuestra o mete mano la discográfica en el proceso? ¿Era Australian Blonde una banda de muchos descartes?

El orden y los singles más o menos los decidíamos nosotros. Alguna vez la discográfica hizo alguna sugerencia, pero no recuerdo ninguna discusión en ese sentido. Está escrito en algún sitio que para el tercer disco nos rechazaron las primeras maquetas y nos pidieron treinta canciones más. No recuerdo que hubiera sido así. Lo que pasó es que estuvimos un mes grabando, cuando estábamos acostumbrados a grabar los discos en una semana, y grabamos unas veinte canciones, que fueron las que hicieron que el disco fuera doble. En general, a las discográficas las canciones se la sudan bastante. Lo que les interesa de un grupo es su público, no su arte. Aunque se pretenda aparentar lo contrario, nadie sabe qué canción puede funcionar o no, así que ese tipo de discusiones nunca suelen llevar a ningún lado. Tal vez haya grupos que se dejen influenciar más que otros, pero al final todo se reduce a un fulano en su casa con una guitarra o un piano, y ahí estás solo. Las discusiones con la discográfica siempre son por dinero.

La pregunta es obligada: ¿retorno a la vista, gira, nuevo disco, etc.? ¿Canciones en la recámara?

Estamos preparando un posible concierto de aniversario con la formación original tocando los dos primeros discos. Pero de momento no puedo decir nada. En cualquier caso será algo familiar, un par de conciertos pequeños, uno en Gijón y otro en Madrid, algo así.

¿Volverías a componer en inglés?

Si hubiera un nuevo disco de Australian Blonde, sí. Las canciones las tengo, lo complicado es conciliar agendas. Para mí ir a grabar a Cádiz es una de las formas de la felicidad.



TO BE CONTINUED













1 comentario:

  1. Tengo ganas de leer la segunda parte...
    Australian Blonde han sido muy importantes en mi vida y lo siguen siendo...Es curioso, pero a raiz de ellos descubrí a los grupos que según Fran imitaban...Creo que Fran no se cree que hay que gente para la que Australian Blonde significa mucho más de lo que pueda significar Dinosaur Jr, Lemonheads, Bufalo Tom o Redd Kross...aún siendo todos éstos muy buenos...

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